Mirador de los Tranquilos
Al tocar a su fin la kilométrica playa de Somo-Loredo, el acantilado de baja cota gira hacia el mar generando una excelsa perpendicularidad a la línea de costa. Desde unos bancos de madera perfectamente situados se puede observar toda la bahía de Santander, las playas de Somo y Loredo y la isla de Santa Marina.
Ésta es la más grande de Cantabria y en, días de buena mar, tiene una magnífica ola que rompe a su vera y es codiciada por todo surfista que se precie. Tiene mucha fuerza y hay que estar muy concentrado ya que su fondo es rocoso.
Sin lugar a duda, se trata de uno de los mejores bancos para sentarse y contemplar el mar.